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MALTRATADOR

14 de agosto de 2021

Si me ves a mí, si sabes lo que sufro, lo que muero y me dices que entre marido y mujer nadie se debe meter, entonces ya no tienes alma, ni te conmueve el dolor ajeno, tu condición de humano se difumina y te igualas al déspota que me humilla solo porque un día maldito le firmé engañada un papel que lo considera mi esposo. Mi historia es un pedido desesperado de ayuda. Estás en tu derecho de no hacer nada y si esa es tu decisión, permite que los que me quieran dar una mano, o un dedo o incluso una uña insignificante lo puedan hacer.

Cuando le conocí todavía era una mujer joven, con muchos hijos, pero en la flor de la vida, risueña, bailadora, exitosa, pero demasiado ingenua. Mi situación económica me permitía vivir sin sobresaltos y bandear los problemas, algunos difíciles, pero solucionables. Era por sobre todas las cosas libre y dueña de mi destino hasta que todo cambió y no lo vi venir.

A quien vi venir fue a un hombre apuesto, prometiendo futuro y llenándome de palabras, hoy descubro que todas huecas, pero en aquel momento le creí. No solo le creí, sino que me enamoré y se lo ofrecí todo. Él tenía tantos amigos y pensé que tanta gente no podía estar equivocada. Pero la verdad no es patrimonio de la mayoría y cuando me tuvo en sus manos cambió.

Al principio no le di mucha importancia a que me prohibiera profesar mi religión, a fin de cuentas, yo nunca fui demasiado católica. Mi religión es la risa, el baile, la cerveza y eso, al inicio escaseó, pero no faltó. La vez que quise protestar por no poder viajar supe que ya no tenía voz, pero lo peor sucedió cuando critiqué su accionar con vehemencia y pedí mi libertad: el golpe en el rostro me lanzó al piso. El morado se quedó mas de una semana y quise creer en las disculpas de que no sucedería más. Mi libertad, sin embargo, tampoco me la devolvió.

Con el tiempo aprendí que el maltratador no cambia, nadie cambia de esencia y el maltratador nunca dejará de maltratar. Mi vida siempre ha ido a peor. Me quitó todo lo que tenía con la promesa de que juntos sería mejor, pero era apenas un robo encubierto y cuando se lo gastó todo en locuras y financiando sueños de dementes, vino por las joyas de mi familia y me las cambió por baratijas, Claro que en aquel momento ya yo no tenía ni baratijas, acepté y se quedó con mis joyas.

Me veo como una puta, porque me trata como tal, me ofrece a amigos para quedar bien con ellos, ya perdí la cuenta, el ruso, el venezolano, el chino y me empuja con vehemencia oculta al americano porque es el hombre del billete, pero ya yo no sirvo ni para sacar los perros a mear y el americano, mira para otro lado como si con él no fuera y se entretiene en discursitos sin sustancia, a ese lo único que le interesa es que no haya líos cerca de su casa y las putas solo traen problemas.

Mi dolor son mis hijos, al final aguanté por ellos, pero ya la indecencia y la maldad no tiene límites. Al inicio no me dejaba ver a los que decidían irse de la casa y cuando cambió pensé que era por mí, ingenua otra vez, solo era porque interesaba su dinero y entonces podían regresar cuando quisieran, eso sí a comprarte sus mierdas a precio de oro y a pagar su derecho a regresar, porque si algo le interesa a mi maltratador es el dinero, por mucho que finja denigrarlo en frente de los que no tienen nada. La estrategia es vieja. Hoy chantajea a mis hijos con mi suerte y les exige mandar mucho dinero para que yo sobreviva. Degenerado hijo de puta. Hasta los que se quedan los pone a trabajar de esclavos, que en el mejor de los casos llegan a ganar hasta el 30 % de lo que pagan otros más degenerados y desalmados por ellos.

Hoy no puedo más y salgo a gritar a la calle, a pedir ayuda a mis vecinos, que me mate si quiere, de todas maneras, ya me mató hace rato, estoy muerta en vida. Vivo por 62 años con un maltratador que me humilla, que me lo quitó todo, hasta la vergüenza y me usa de cebo para pedir y alimentar sus cuentas corruptas. Ya ni se preocupa en darme comida, ni medicina, ni un retiro merecido, electricidad todo el día, agua potable o transporte, nada. Dice que tengo que aguantar porque la culpa es de otros, siempre de los otros.

Ya ni se esfuerza en prometer un futuro mejor porque le sale un mal chiste. Seguro está demasiado ocupado contando el dinero y deseando mi muerte porque ya no valgo nada. Se lo robó todo y se cree que lo robado le pertenece por derecho y no puede invertirlo en los verdaderos dueños. Nos prefiere muertos, que es lo que sucede, a ceder, y lo peor no tiene la decencia de permitir que otros resuelvan los problemas que no ha podido ni podrá resolver nunca por su incapacidad congénita. Renunciar pondría en peligro lo robado y ha traicionado muy duro por ese billete sucio.

Me muero y se mueren mis hijos de enfermedades curables, desnutridos y humillados, sin medicinas, sin futuro, ni comida, ni servicios médicos decentes. Mi grito es de libertad, quiero independencia, merezco un futuro mejor, quiero vida y no muerte. El papel que me une en matrimonio es falso porque se firmó en base a la manipulación. Es mentira que diga ante todos los que el asegura que yo pienso, tambien es dueño de mi voz y solo me deja hablar si digo lo que el impone. Quiero ser libre y el mundo me tiene que oír, no miren para otro lado. La gente buena tiene que ayudarme. ¿No se les ablanda el corazón?

Ayúdenme por favor y como me digan que ese problema tenemos que resolverlo entre él y yo porque entre marido y mujer nadie se debe meter, entonces no han entendido nada y se pueden buscar otra escusa para quedarse tranquilos en la comodidad de vivir sin corazón.

Me muero, Cuba y sus hijos se mueren y es hora de salvarla de su maltratador.