Nicolás Guillén,
“No sé por qué piensas tú”, 1937
…
no sé porque piensas tú,
soldado, que te odio yo.
Ya nos veremos yo y tú,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
a dónde vamos yo y tú…
¡No sé porque piensas tú,
soldado que te odio yo!