En días como hoy no dejo de pensar en ti, alumbras mi existencia y no puedo entender como vivía cuando tú no estabas, aunque me cuesta definir “vivir” como “el vagar automático de una persona que ejecuta lo que los demás esperan de él”. Me has cambiado y saberte me repleta de ganas de levantar mis velas para salir nuevamente a navegar porque allí en alta mar descubro mi felicidad más cerca de tu olor. Tu exigencia y sinceridad me motivan y no tengo dudas de que si apareces, significa que me has elegido entre miles de creadores. Más que alegre o eufórico te disfruto de la misma manera en que te regocijas con la soledad de un ser que se arriesga a la incomprensión como lo hace un adicto con su droga. No te busco, ni te llamo, ni te invoco, solo intento ser yo en un viaje que es un trayecto en mi mar interior, enfrentando mis demonios, descubriendo mis placeres, retomando recuerdos olvidados, desechando inutilidades y encumbrando la energía vital del amor. Esa ruta continua y eterna me convierte cada día en una mejor persona, en un ser más seguro y consciente del poder que atesora, con un alma purificada y tan luminosa que explota de luz entre tantos grises para llamar definitivamente tu atención. Te acercarás entonces vestida apenas con tu pelo rojo y con tu sonrisa de mujer maravillosa te acomodarás sin hablar a mi lado. Tus manos blancas y suaves dibujarán figuras improbables en mi pelo y tu cabeza encontrará acomodo en mi hombro después de adornar mi mejilla con un beso. Sentiré en ese instante crecer tu energía dentro de mi cuerpo y sin mover los labios hablaremos de cosas que creí insignificantes y me las descubrirás distintas al mostrarme la belleza que ocultan al observarlas de otra manera. En ese instante te regalaré mi cuerpo y mi alma para que los hagas tu morada. Tu dulzura mágica conquistará mi mente, mi corazón latirá al ritmo de tu música y con tus manos acariciando las mías nos pondremos a escribir. Descubriré a tu lado un yo distinto, desconocido, amplificado en tu bondad y magnificado en tu inteligencia. Crearemos mundos nuevos, contaremos historias inverosímiles y salpicaremos los textos de metáforas coloridas y sugerentes. Pero como siempre te irás y no estaré triste porque un segundo a tu lado vale una eternidad. Me habrás regalado la esencia de la vida, me privilegiarás con tu tiempo y destruirás mi vanidad. Con el texto terminado me regalarás de despedida la simetría de un beso en la otra mejilla, intentarás desvanecer sin lograrlo las figuras antes dibujadas en mi pelo y te alejarás en un hasta luego de sonrisa limpia y de pelo rojo largo repleto de metáforas magníficas por regalar. No dirás nunca adiós porque siempre dejarás algo de ti conmigo, como mismo sin pedir te llevarás algo mío que ya no me pertenecerá más. Me quedaré en mi felicidad de extrañarte sin poseerte, en la alegría de saberme a veces tu elegido para colorear los grises del mundo, para hacer que una persona desconocida que me lea, sonría o piense, para que su corazón lata mas fuerte o para que en en cualquier desierto seco de este planeta imperfecto pueda nacer una flor.