Saltar al contenido

DISCÚLPAME MIMÍ

25 de diciembre de 2022

En la tumbona de playa saboreaba un Daiquirí

después de nueve cervezas y dos bolsas de maní.

Vi llegar a una sirena vestida de manatí.

Que te parece un masaje, dijo, los doy con final feliz.

Le regateé un poco el precio, ella susurró un pillín,

pero sellamos el trato cuando le dije que sí.

Soy Ruperta Segismunda y te voy a consentir,

ahora que somos amigos, me puedes llamar Mimí.

Yo me llamo Oliet Rodriguez, me alegro de estar aquí,

para que no te compliques dime solo Tin Marín.

Nos metimos en un cuarto con dibujos de Dalí.

Yo me encueré en una cama de sábanas carmesí.

Mimí engrasó tó mi espalda, apretó hasta mi cerviz

Y al masaje prostático le puso un buen frenesí.

A punto de caramelo y con ganas de venir

vino un buche inesperado con sabor a ajonjolí.

Vomité todo mi estómago en el pecho de Mimí.

Apenado de mis actos y sin saber que decir,

corrí encuero por la playa, en el agua me escondí.

Qué mala suerte la mía, sin final no soy feliz

Y es por eso que te pido, una disculpa, Mimí.