Me cago en mi puta suerte
por tener que compartir
el aire que tú respiras
y el cielo de este país.
Me molestan tus palabras,
habladas y por decir,
solo repites sandeces,
¿te vas a callar por fin?
De ridiculez te vistes,
tu normalidad es fingir.
Deja de inventar mentiras,
ni te acerques tanto a mí.
Detesto escuchar tus pasos,
¿Por qué tienes que venir?
Si tu rostro no existiese
mi mundo fuera feliz.