Si este jodido asco alimentara, mi obesidad sería mórbida, incurable. En las redes sociales existen miles de imágenes de temas sexuales que venden como inocentes. “Si no ves un gato déjame decirte que estás mal”, recita la última que encontré. Pues reconozco que estoy muy mal, súper enfermo, desquiciado. La cabeza del socio estaba muy bien situada entre las piernas escarranchadas de la jeva. Allí no había gato ni la cabeza de un guanajo, aunque virara el dibujito de cabeza, de lado o lo pintara en colores. Ver a un gato donde hay una mujer disfrutando una lengua me provoca risa, o deseo. Pero si en el video de una madre desesperada e incapaz de alimentar a sus hijos alguien puede ver “un ejemplo de manual de lo que se llama gestión de la irritación” (palabras de Ernesto Estévez en artículo de Cubadebate), lo que siento es un asco eterno por los límites miserables a los que puede llegar la condición humana.
Tengo que hacer una pausa para vomitar, a ver si con la bilis se va esta repugnancia de mi garganta. Mi abuela no se cansaba de repetirme que Madre solo hay una. Para los seres humanos decentes, cubanos incluidos, la madre es sagrada. Cagarse en la madre de alguien en Cuba no tenía otra consecuencia que una bronca, parece que hoy no es así. Hasta los comunistas rusos la adoraban, si no que le pregunten a Máximo Gorki (El trabajo que pasé para leerme a su Madre).
Inconformes con haber acabado con más de la mitad de las tradiciones cubanas, 20 de mayo, los carnavales, recetas culinarias, etc, la dictadura nos recuerda que una madre solo es madre si los apoya. ¿Pero que co10nes les pasa por la cabeza? ¿En qué Matrix nos quieren poner a vivir? ¿Hasta dónde la irracionalidad? ¿Cómo podrá vivir el periodista, si se puede llamar así, que denigra a una madre que busca vivir con honestidad de su trabajo? ¿Se habrá metido tanto en el personaje que le impusieron que ya se lo cree? Simulador de mierda ¿Cómo diablos pretenden tomar presos a sus hijos, hambrearlos, quitarles el futuro y que sus madres ni protesten?
Mi respeto y apoyo a Amalia Calzadilla, con él mi desprecio a los que juegan con su desespero. Yo también fui ella y no los tuve bien puestos para quejarme, preferí irme y por eso la admiro más. Lo siento, pero el asco no se me quita. Las redes desbordan de penes que dicen ser sandalias, vaginas que llaman jirafas y actos sexuales confundidos con viejas tejiendo. Mi enfermedad es incurable.
Veo Capitalismo Monopolista de Estado donde venden socialismo, ladrones que se proclaman ministros, un gobierno que avasalla a su gente y a la vez no los desampara, una persona sin carisma ni más talento que saber obedecer a su jefe, llamarse presidente, una dictadura represora que se autonombra humanista, encarcelados que se creen libres, una primera dama que cuando hay lluvias y derrumbes tweetea que si el sol no sale hay que aprovechar la lluvia, dirigentes que aseguran tener el apoyo de sus gobernados y temen las elecciones libres como el vampiro al ajo, en el Granma vamos por el camino correcto y el país se hunde en la miseria endémica…
Mi enfermedad se llama realidad. Las cosas por su nombre y en cualquier actividad económica, deportiva, familiar, política, militar, sexual, extraterrestre y lo que sea, quien la dirige puede ser culpable o no, pero no puede huir de su responsabilidad. El gobierno dictatorial que dirige Cuba desde hace mas de 63 años es RESPONSABLE de la terrible situación de la isla. Si tuvieran vergüenza debieran dimitir (como dijo Amalia), pero creer que lo harán es ver el gato en vez del sexo oral. A mí déjenme con la mamada, al carajo el gato que yo veo hasta el orgasmo: La Cuba libre y próspera que construiremos los cubanos. Cada chantaje de la seguridad del estado, cada babosería del gobierno ilegítimo o cada comentario de claria contra a una madre que lucha por el futuro de sus hijos será siempre despreciable y me provoca un asco tan repulsivo, que no se aplaca con vomitar y vomitar, otro efecto secundario de mi enfermedad.