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Homenaje a José Martí en el aniversario de su muerte

19 de mayo de 2021

Hoy hace justo 127 años tres balas cambiaron para siempre la historia de Cuba. Esos proyectiles destrozaron mucho más que el cuello, el esternón y el muslo de un hombre menudo con mente prodigiosa que no estaba hecho para la guerra, Ese ser especial había logrado unir a los cubanos en una contienda necesaria y buscaba el impulso final que lanzara a la isla de donde crecen las palmas al grupo de naciones libres y prósperas de la tierra. Por eso en un acto de patriotismo decidió ofrecerse en sacrificio humano a los dioses de la libertad.

Era fácil ubicarlo como objetivo a batir montado en su caballo blanco y vestido con ropas de luto por la patria esclava. Pudo vestir ropas de campaña o cambiar el color del corcel o tal vez hubiese acatado las órdenes del Generalísimo y quedado en el campamento, pero su destino solo se hubiera retrasado porque en alguna acción futura resaltaría igual entre la multitud. La luz que irradiaba su frente lo marcaba y la bala asesina lo hubiese identificado igual.

Es fácil imaginar que con él vivo todo hubiese resultado distinto, pero nuestro Jose Martí se ofreció como semilla de la Cuba que aún no existía, por eso en infinito agradecimiento y para honrar su memoria nace la República de Cuba, un día después de cumplirse los siete años de su muerte. Al honrar esa fecha le damos a su muerte el valor y el sentido que él mismo quiso darle. Martí murió para que Cuba pudiese nacer y olvidar su muerte resulta tan mezquino como catalogarlo de comunista cuando era un liberal en el más estricto sentido de la palabra.

La Cuba nueva que debe renacer solo es posible a partir de Martí, el único que todavía une a los cubanos, pero que no pertenece a ningún grupo o ideología que esté contra la libertad. La única condición para ser cubano es amar a esa tierra, incluso sin haber nacido en ella como muchos de nuestros hijos. Cuba necesita reinventarse y Martí es el faro que debe alumbrar el camino y elevarse desde su reposo en su tumba, sin obstáculos ni piedras que ensombrezcan su claridad.

Seamos Cubanos de verdad, busquemos soluciones y no pretextos, unamos como Martí y no separemos como esbirros. Honrarlo es liberar a Cuba. No hagamos que su muerte haya sido en vano porque estaríamos en la misma posición de los desgraciados que ocultos en la manigua de Dos Ríos hace 127 años dispararon aquellas fatídicas tres balas.

Gloria a Martí, Viva Cuba Libre, Patria y Vida