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LA RANA Y EL ESCORPIÓN O ¿QUIÉN DIVIDE A LOS CUBANOS?

5 de diciembre de 2020

La rana (dígase los valientes jóvenes del 27N) le ofreció al escorpión la posibilidad de salvarse. El nivel del agua se eleva, escasea el dinero, la comida y la vergüenza, la presión no para de subir en la olla y la rana sabe que el escorpión tiene la solución. Es posible que pecase de ingenua, pero entendió que por el bien de todos y por la paz social, se debía entregar una oportunidad a quien nunca la ha merecido.  El escorpión una vez más fue fiel a su naturaleza, prometió el diálogo que sabía no cumpliría y no dudó una vez más en mentir sin escrúpulos. Hoy temeroso de sí mismo pica con su veneno ponzoñoso de siempre a quien le ofreció una mano dialogante. No sabe o tal vez si sabe que está perdiendo una de sus últimas oportunidades de sobrevivir, pero simplemente no puede escapar de su esencia.

Para solucionar un problema se precisa erradicar la causa que lo provoca, lo demás es dar palos de ciego, entretenerse en las ramas o perder el tiempo. El camino debe pasar por la unidad de todos los cubanos de bien en el objetivo común de un país próspero, pero es importante definir quién divide a los cubanos. La respuesta es fácil y no basta con la retórica simple que llena las hojas de los periódicos y medios de la isla. Por sus actos los conoceréis, como dice la Biblia. ¿Quién exigió a los cubanos que pensaban diferente que se fueran? ¿Quién los obligó a trabajos forzados por desear vivir en otra tierra? ¿Quién les quitó sus pertenencias y los obligó a abandonar el país tan solo con la ropa puesta? ¿Quién nacionalizó cuanto negocio por pequeño o grande que fuese y no indemnizó a los propietarios honestos? ¿Quién fomentó los mítines de repudio, las golpizas a quienes decidieron irse? ¿Quién prohibía a los familiares de los que se quedaban estar en contacto con sus madres, hermanos e hijos? ¿Quién decidió que no se podía disentir, que dentro de la revolución todo y fuera de ella nada? ¿Quién creó la diferencia de derechos, precios y forma de tratar a los cubanos que viven dentro y a los que viven fuera? ¿Quién castiga a los médicos, deportistas o funcionarios que se quedan al prohibirles la entrada a la patria y bloquea la salida de sus familiares? ¿Quién inventó el permiso de residencia en el extranjero o la salida definitiva del país? ¿Quién decidió que los cubanos tengan que pagar el pasaporte mas caro del mundo? ¿Quién tiene una lista de cubanos que no pueden salir de Cuba y de cubanos que no pueden entrar? ¿Quién permite que los extranjeros tengan más derechos y más posibilidades de invertir en Cuba que los propios cubanos? ¿Quién formó las brigadas de respuesta rápida e incita y obliga a golpear y avasallar a otros por pensar diferente? ¿Quién convocó a un acto espontáneo para denigrar con quienes se había sentado horas antes hablando de negociar? Son demasiadas preguntas que se agolpan una tras otra por más de 60 años. Podría llenar un libro, pero lo que no cambia es la respuesta. Es una sola: El Gobierno Revolucionario de Cuba. Quien todavía tiene la llave y la posibilidad de evitar una confrontación de consecuencias desastrosas para Cuba y para ellos mismos. Y es risible que se autonombren “revolucionarios o socialistas” cuando lo que hacen cada día con su inmovilismo declarado es traicionarse y demostrar que son capaces de no escatimar escrúpulos ni mentiras en su afán por mantener el poder.

Unámonos los cubanos de bien por Cuba y para defender a los valientes que alzan su voz en la isla sin temer al castigo brutal. Los que luchan hoy en Cuba, haciéndolo desde una aparente minoría   recuerdan los tiempos de la guerra de independencia, donde el número de voluntarios cubanos luchando del lado español siempre sobrepasó el de mambises. No mas ingenuidad, el escorpión seguirá intentando picar a la rana aunque él sepa que con ello se acerca más a su final.

Unámonos los cubanos de bien desde el deseo martiano de lograr una patria donde quepamos todos, sin importar la manera de pensar.

VIVA CUBA LIBRE