Al reaparecido Carlos Lage Dávila,
Ven acá Fulano de Tal, me puedes explicar a qué viene la resurrección tuya del olvido de más de 10 años de silencio. Para decirle a tus familiares y amigos que estás muy feliz y satisfecho con tu vida, (cosa esta difícil de creer en un tipo que estaba en lo más alto y cayó a la nada) se los dices en persona o por teléfono, pero no lo pones en las redes sociales. Tú u otras personas lo que quieren es otra cosa, como lavar tu imagen por ejemplo o tal vez ahora como la moda de los presidentes es leer papelitos que otros le escriben, quien sabe si te contagiaste con la lectura y tú que casi fuiste presidente empiezas recitando lo que te pusieron.
Tú sabes muy bien que el cubano es muy morboso y después que tú jodiste tanto quitando y dando jabitas querían desquitarse contigo cuando todavía con restos en la boca de las mieles del poder te hacían miles de preguntas en el policlínico 19 de abril del Vedado, donde te tocó rumiar tus heridas en el ataque al Aedes Aegypti. Lo interesante del caso es que eras parco y no te gustaba hablar del pasado, cosa que no hacías y muy comprensible por cierto, no tanto porque te provocaba dolor recordar tus tiempos de gloria y poder, sino porque los muchachos de la seguridad, que por cierto tienen un poder de convencimiento de campeonato te habían recomendado mantener el pico cerrado porque calladito te veías más bonito y porque con lo mala que están las aceras en La Habana, cualquiera tropieza y le da un infarto (pregúntale a Abrantes).
¿Y ahora qué pasó que decidiste salirte de la cartilla que te habían leído? ¿Tanto tiempo en silencio te ponía nervioso? ¿Será que tu valedor principal y a la vez sepulturero personal tuyo que te hizo trizas en una reflexión está escondido en una piedra que parece un horno rústico de hacer pizzas? Creo que no porque hubieses hablado antes. ¿O tal vez que el hermano del empedrado e instigador principal de tu desgracia ya no canta ni come fruta? Tampoco parece lógico porque ya te dije que después de la lectura de la carta por los muchachos de la seguridad donde terminaban diciendo “mejor te estás tranquilo” te entró, como le entra a cualquiera, un miedo del carajo a que le toque pasar una noche solitaria junto al cocodrilo sin dientes. Y ese pavor terrible que te tuvo como personaje de la comedia silente y sin la voz de Armando Calderón no se sale del cuerpo ni en los 60, ni 70, tampoco en los 80 y mucho menos en los 90.
Si estás tan contento de tu vida, ¿por qué no la recordaste a los 60? O a los 65 que también es una edad muy bonita. Y esta incontinencia verbal que ta ha dado ahora hasta por recordarte de la maestra de la primaria, los amiguitos de la escuela y los jodedores de la universidad. Déjame decirte que está muy bien recordar el pasado, pero en la intimidad de familia y amigos luce mejor, es de exhibicionistas publicarlo en las redes para que todos lo vean, incluso los americanos. A ver, ¿a quién le interesa que tu maestra estaba buena? ¿Por qué no mantienes tu privacidad en privado y la haces pública?¿Te quieren hacer un lavado de imagen o ponerte en un museo? Lo que pasa es que la gente se confunde, porque hacen unos largos doce años lo último que los cubanos supimos de ti fue que eras malo, muy malo y que casi te habías vendido al imperio al meter la cabeza de lleno en el tanque de las mieles del poder.
Y ahora vienes a contarnos el cuento de tu vida adorable y perfecta y a convencernos de que tu comandante, que fue quién te incineró en una reflexión, estaba equivocado porque eres bueno, muy bueno y en todo. Eso de decir que tu ídolo se equivocó te puede costar caro. Qué no tengas ni un defectico no cuela, te hace inhumano y lejano, tampoco creo que a la iglesia le interese un nuevo santo, San Lage de la Revolución, no suena bien. Debiste aclarar en tu lectura que no chivateaste a nadie nunca, ¿O sí lo hiciste y más de una vez? ¿Seguro a alguien por oír a grupos de rock americano? Aunque eso te lo perdono porque seguro te indignaba que los roqueros pudieran dar cabezazos con su pelo largo y tú no. ¿ Tú no tenías o tienes familiares en el extranjero? Como todo cubano los tienes ¿Te hablan bien del capitalismo? Sincérate. Apretaste, o apretó el escritor y te pasaste en la bondad. Ahora la gente te ve como un bitongo con espejuelos. A los cubanos les gusta la gente viva y todo el mundo sabe que a los bitongos los cogen siempre pal trajín. Llegaste al colmo de ser un tipo bueno, inocente e inteligente que sabía que lo iban a tronar y no hizo nada, ni cerrar los ojitos siquiera. Eso es muy difícil de creer porque existe algo que se llama instinto de conservación que parece te falta y que como político habla muy mal de ti, pero ya habíamos dicho que eres un bitongo y es consecuente porque si un bitongo ve que la candela le viene para arriba, se queda paradito y tranquilo para que lo queme mejor.
Dices que crees en el socialismo, pero explica en cuál de ellos, ¿en el que vivías cuando eras de la cúpula gobernante?, ¿el de los viajes a Varadero en el verano con todo pago y en el de la factura de comida del consejo de estado? En ese socialismo crees o en el que te dejaron vivir si te mantenías quietecito, el de resolver con los socios o acaso te gusta más el socialismo de construir hoteles y cobrar comisiones, el del dirigente que mira para el otro lado cuando los militares se roban al país y no dan cuentas a nadie esperando que le cuelen una migaja en el bolsillo, ¿es ese el socialismo en que crees? El socialismo del billete que importa carros para el turismo en vez de ambulancias, el que invierte en hoteles vacíos en vez de en hospitales colapsados, el que le cobra precios de miedo al cubano en una moneda distinta a la que le paga, el que no los deja ni luchar con honestidad por su vida, el que busca culpables en vez de soluciones y no permite que lo critiquen. Pues si crees en ese socialismo o eres un subnormal (cosa que para nada creo) o no piensas en el país y solo en ti, lo que te convierte en un egoísta miserable porque ese socialismo ha tenido 62 años de oportunidades de mejorar el nivel de vida de los cubanos. ¿Crees que lo ha logrado? ¿Cuánto tiempo más se necesita? ¿Cuántas generaciones perdidas más necesitas, cuántas familias separadas más necesitas, cuántas muertes de cubanos más en el mar, en la selva, en la frontera o porque no tienen medicinas necesitas para construir el socialismo en que crees? ¿Cuántos cubanos más dejarán de serlos porque sus padres decidieron ofrecerles un futuro y traerlos al mundo en otros países sin socialismo?
Sin inmutarte afirmas que Cuba necesita cambios y sutilmente te propones, o te propone tu jefe y aceptas, para regresar a meterte dentro del pomo de miel otra vez. Te cuento un secretico que se te olvidó: Los cambios que Cuba necesita son exactamente los mismos que necesitaba cuando estabas en la masamba y en aquel momento ninguno de tus deditos se movió para hacer los cambios que ahora dices necesarios, pero que no se te ocurre mencionar. Tu único mérito resultó que te comías la miel, pero no te empachabas y eso dentro de un círculo de ladrones compulsivos resalta, pero del libreto nunca te saliste. Nadie de los que está hoy en el poder ni estuvo como tú tiene el valor, la honestidad y la vergüenza de hacer los cambios que Cuba necesita, además que con 70 años no puede decirse que los niveles de testosterona estén muy elevados y para tener un monigote que malamente sepa leer y haga lo que le manden ya tenemos a uno, no resolvemos nada con quitarlo y poner a otro. Eso sí, en carisma y expresión corporal le sacas un mundo al puesto a dedo.
Pero todo el mundo tiene derecho a cambiar, no has matado a nadie y probablemente comiste poca miel y en tu videíto dijiste que Cuba necesita cambios, pero la valentía no te alcanzó o el recuerdo del cocodrilo sin dientes regresó y no te atreviste a decir cuál es ese cambio. Ser difuso y poco concreto tampoco te ayuda en lo que parece una campaña electoral que te fabrican. Cuba necesita definirse y te lo recuerdo o te lo digo por si no lo sabías o no quieres saber . Lo primero que necesita Cuba para prosperar es respetar a Martí, poner de verdad en la primera ley de la república estas palabras bien concisas, directas y sin rodeos:
“LA DIGNIDAD DEL HOMBRE ES INVIOLABLE”
, o sea, respetar por ley su derecho a pensar diferente y a manifestarlo, a reclamar este y otros derechos sin ser reprimido, a elegir a sus gobernantes en democracia plural y que estos estén tiempo limitado en el poder para que no se empachen de miel. Hay más cambios, pero ese es el primero y me la juego que ese no fue en el que pensaste, si es que imaginaste algo o solo leíste el papel que te trajeron los muchachones de la seguridad.
También tienes suerte y tu oportunidad se pinta sola. Seguro sabes que el día 15 de noviembre está planeado que los cubanos dignos salgan a la calle pacíficamente a pedir por su derecho a ser libres y prosperar. Pues agarra tus 70 años y sal a la calle y defiende el derecho de los cubanos a ser seres humanos, a protestar, a decir lo que piensan, a criticar a un gobierno que los desprecia y reprime, defiende y pide la libertad de los encarcelados injustamente.
Si de verdad quieres lo mejor para Cuba, sal a la calle, también tienes el derecho de ponerte del lado de los opresores y agarrar un palo y reprimir como buen esbirro, o incluso puedes no hacer nada, mirar para otro lado como hacen muchos y con la justificación de tus 70 años felices te callas la boca que los cubanos no necesitan saber de ti y te dedicas a llevar a tus nietos a la escuela y a hablar de intimidades en la casa. No olvides que en el desastre que es Cuba hoy tú tienes reservada tu cuota de responsabilidad.
Atrévete y grita “Patria y Vida”, porque Cuba necesita vivir dignamente.
Te deseo una larga vida junto a los tuyos y por favor avísale a tus amigos Felipe Perez Roque, Roberto Robaina, Luis Orlando Domínguez y Carlos Aldana que no se les ocurra contarnos su vida de buenos hijos, excelentes padres y adorables esposos, en fin gente inocente y buena, muy buena, no les vamos a creer, o mejor sí, embúllalos a que lo hagan y así nos reímos más. Ten la valentía, la vergüenza o la decencia de negarte a cooperar con los mismos que te hundieron y hunden al país. Respétate y aprenderemos a respetarte.
Quien no te conoció en persona, ni lo quiere hacer, ni le interesa la historia de tu vida.
Oliet Rodriguez Moreno