Para que los esbirros vean que nosotros también tenemos agentes infiltrados, les dejo la transcripción de una conversación entre Humberto López y José Luis Reyes que amablemente y corriendo un enorme riesgo, un buen y valiente amigo me ha hecho llegar:
–Oye Humbertico, estoy muy preocupado.
–¿Qué te pasa José Luis?
–No sé si deba hacerlo.
–Tú vas a ver que al final te va a gustar y todo.
–¿Tú crees?
–Te lo digo por experiencia propia.
–¿Humbe, tú también te vendiste por tres muslitos de pollo?
–Bueno José Luis, que no te tienes que sentir menos por eso, por algo se empieza.
–Tú no crees que me puedas cambiar un muslo por una pechuguita, la pechuga tiene más carne.
–Ya tú quieres mucho José Luis, ¿tú no has visto las colas pal pollo? alégrate de los muslitos y no es ni uno, son tres.
–Es que yo tengo familia numerosa y una suegra, por lo menos un muslito más me vendría bien.
–Chico, ¿Tú no te buscas nada en el bufete colectivo?
–Ni pal pan me alcanza, bueno es que tampoco hay pan.
–Ya te quieres volver acaparador, con tres muslitos de pollo tú metes un arroz amarillo que ni te cuento.
–¿Y el arroz?
–Tú me estas saliendo un poco exigente, José Luis, no te pases que hay gentes que se fueron con perro sin tripa.
–Me quedo con los muslitos, pero no me los des muy flacos.
–Me voy a buscar otro abogado, tú eres demasiado materialista.
–Era un chiste compadre, y, por cierto, ¿a quien le tocó el perro sin tripa?
–Eso es confidencial, porque después te burlas.
–No de verdad, es solo por pura curiosidad.
–Está bien te lo digo, le tocó a Virulo.
–¿No jodas?
–Es que con esto del COVID los artistas la pasan mal y en México ni te cuento, dicen que vino con una mano adelante y otra atrás.
–Eso me decía yo, porque si no te alcanza pal barbero, al menos para un tinte, pero que no hagas ni lo uno ni lo otro y te conviertas en una vieja canosa ya es triste.
–Él dice que lo que quiere es dar gracia.
–Como no cante “El niño caníbal”, que es pa donde vamos todos, lo que me va a dar es pena si me lo encuentro en la calle.
–Te estás pasando con tus comentarios, ya está bueno de muela que vamos a empezar, acuérdate bien de lo que tienes que decir.
–¿Tú crees que la gente se lo crea?
–Tú habla como si fueran ideas tuyas, de que se lo crean se encargan otros.
–A mí no me gusta echarle miedo a nadie.
–Sin miedo ya vas por dos muslos de pollo.
–Deja, deja que tú sabes que yo soy capaz de tirármele al cuello a quien no quiera esto y arrancarle una oreja, aunque ni hable.
–Todavía no me convences para devolverte el tercer muslito, es más después de tu actuación lo decidimos.
–¿Tú crees que si lo hago varias veces llego al pernil de puerco?
–Ahora si te volviste loco, José Luis, carne e´ puerco, jajajajaja, mira dale que ya empezamos a grabar.
¡LUCES, CÁMARA, ACCIOOOOON!
–A ver compañero abogado, explíquenos que le tenemos preparados a los cubanos que se les ocurra mandar una recarguita para financiar el terrorismo.
–Mira Humbertico, primero los vamos a recibir en el aeropuerto y si está en la lista negra vamos a chequear exhaustivamente su equipaje, pieza por pieza, eso es fácil porque los aduaneros con esto del COVID tienen un hambre vieja que no hay ni que azuzarlos. Después que salgan trasquilados del aeropuerto le damos un tur por Villa Marista, para que vean con sus propios ojos que si queremos los hacemos confesar haber puesto la bomba en el Maine y ya para terminar los llevamos a Valle Grande o al Combinado del Este para que se den un baño de pueblo e incluimos un almuerzo típico de estos lugares.
–Yo creo que será una experiencia aleccionadora.
–Y enriquecedora, al final pasamos por la tienda de souvenirs para que compren al 250% artículos de propaganda revolucionaria, camisetas y gorritas del Che, llaveritos de Patria o Muerte y por supuesto el artículo más vendido.
–¿Cuál es el articulo más vendido?
–Es una réplica de un dedo de nuestro guía espiritual y Rey SADIM. (Si quieres saber más del Rey SADIM y como hizo los ataques sónicos haz click AQUÍ)
–¿Para qué quieren eso José Luis?
–Parece mentira que no sepas eso Humbertico, para que va a hacer, para que se lo metan en el culo, lo mismo lo pueden poner en la silla de la bicicleta, en la de la mesa del comedor, e incluso en la de la oficina, para que en todo momento cuando regresen a su país de residencia (si se portan bien y los dejamos regresar) sientan la heroicidad y la gloria que vive nuestro pueblo cada día.
–Ya veo por qué es el más vendido, hasta picazón me ha dado, ¿y es muy caro el dedo?
–Carísimo, 99,99 dólares porque con eso financiamos actividades tan importantes como los cursos de capacitación de la escuela del partido Ñico López, pero entre tú y yo te puedo resolver uno en 75 dólares, claro que es usado, pero como nuevo.
–Voy a hacer como que no escuché esa parte, por cierto, como hacemos para los que no quieran venir y comprar el dedo aquí.
–Dos cosas, el dedo está a la venta en todas las tiendas online donde se hacen recargas y se compran combos de comida. Sin embargo, para los que no quieran comprar el dedo y sigan financiando al terrorismo con recargas a quien no deban los vamos a extraditar.
–¿No me digas eso?
–Sí te digo, que se preparen esos que los vamos a llevar directo a Villa Marista que lo vamos a convencer de ser amigos de Bin Laden.
–¿Tú crees que lo logren los abnegados compañeros de Villa?
–Pregúntale al cocodrilo sin dientes pa que tú veas.
–Me suena conocido ese nombre.
–Mejor ni lo conozcas, fíjate que con todas esas personas después de sus vacaciones en Villa Marista vamos a hacer un coro gigante y vamos a cantar “Canto y llanto de la Tierra” en la plaza.
–¿Pero ya Sara González no se murió?
–Sí, pero tenemos a Virulo que como se dejó el pelo largo y canoso, se parece mucho, además seguro que quiere mejorar el perro sin tripa.
¡CORTEN!
–Te quedó muy bien me has dado efervescencia revolucionaria José Luis.
–¿Me devuelves el tercer muslito de pollo?
–Mira, ya te le había quitado y no es justo devolvértelo, pero te puedo dar un pomo de refresco de más, pero trae el envase.
–Bueno, que se le va a hacer, a caballo regalado no se le mira el colmillo.
–Regalado? ¿Quién dijo aquí regalado?, regalado ni regalado, hazte el loco, pasa por la oficina y trae setecientos pesos por los muslitos y la botella de refresco.
–Ñoooo Humberticoooo…
